"Cualquiera que tenga forma puede ser definido, y cualquiera que pueda ser definido puede ser vencido" Sun Tzu.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Culpable por Decreto.


La fría mirada del viejo juez examina mi presencia mientras sus arrugas muestran su sabia vejez…su mirada con desdenes de simplez. En sus manos porta la maza de mi destino, de mi felicidad futura o pérdida de tino. Petrificado percibo que el juez es un ser alado…es el demonio…es un ángel…o es mi imaginación…sólo busco un perdón, ¿perdón de qué?

Señoría, si mi alma ya no es mía y mi vida está vacía; si la soledad destroza mi valentía…de qué se me acusa, si mi musa ya no es musa sino arpía…de qué se me acusa, de esconder mi corazón bajo la blusa…

Señoría, si la senda a caminar es fría, si no hay tren que viaje en esta vía, perdido y sin salida…de qué se me acusa, ¿acaso de tener ideas ilusas, ilusiones difusas?.

Señor juez, si vivo siempre bajo su merced, si camino solo y sin fe, feroz esperpento es sentirse sin aliento, si mi sonrisa se torna lamento…muy veloz como la brisa del viento, si siento un puñal muy adentro, si usted se encuentra en ese asiento y no dentro de mis sentimientos, por qué me acusa, ¿cuál es la excusa?

Estimado acusado, todo está muy claro: como juez debo finalizar la sesión. Tras su explicación, no tengo más remedio que denegarle el perdón. Ha cometido un asesinato, es una persona afable pero me temo que es usted culpable.

Señor judex, juez en latín, me condena a un tormento sin fin. Con cierto retintín pero con respeto, me atrevo y le espeto. Se me acusa de asesino por ser víctima de mi destino, por pender de un hilo muy fino…no soy un cruel asesino, ni tampoco he perdido el tino. Señor judex, se comporta como Judas y traiciona mi inocencia…

Estimado acusado, su bondad es digna de elocuencia, pero me baso en la experiencia. Es usted un asesino, no puedo darle el perdón pues ha matado usted a su corazón.

Señoría, se equivoca, palabras necias proceden de su boca…son serpientes de lava candente…mire al frente, ¿de verdad es éste el rostro de un demente? Yo no he matado a mi corazón, mi corazón es el que está matándome a mí.

 


 

martes, 13 de noviembre de 2012

Cartas a Samira en Tiempos de Guerra.


Madrid, 9 de julio de 1941.
Querida Samira:
Sólo han pasado cinco días desde que abandoné las tierras andaluzas rumbo a Madrid. Sin embargo, siento que ha pasado una eternidad. Ya he conocido a algunos de los compañeros voluntarios, casi todos con su camisa azul. Parecen buena gente. Lo peor es la interminable espera, ya que la primera expedición parte el 13 de julio. Estos días aprovechamos para ir a rezar a la Iglesia y para concienciarnos de la dura batalla que nos espera. Carlos, un joven que conocí ayer, asegura que no hay soldado más valiente y feroz que el que acude a la guerra por voluntad propia. Sé que nunca me perdonarás que me haya ofrecido voluntario, pero me sentía en el deber moral de luchar por mi país. Por nuestro hijo Jorge. Nuestro grupo no es partidario del nazismo ni de Hitler. Simplemente somos anticomunistas y deseamos acabar con esas ideas que pueden azotar a nuestro país en un futuro lejano. No tengo tiempo para contarte más cosas. El deber me llama. Un abrazo. Te quiero. Miguel.

 
Grafenwöhr, 20 de julio de 1941.
Querida Samira:
Por fin hemos llegado a Grafenwöhr (Alemania) después de una larga temporada en tren. Los oficiales alemanes insistieron en entregarnos el uniforme de la Wehrmacht, pero los falangistas se negaron a abandonar la camisa azul. Ahora nos conocen por aquí como la “División Azul”. Aquí todo es muy diferente a España. La mentalidad alemana es muy cuadriculada. Probablemente, cuando recibas esta carta ya habremos hecho la intensa instrucción a la que nos van a someter. Hacen mucho hincapié en el traicionero invierno ruso. Dicen que el frío es la mejor defensa que tiene el ejército enemigo. Dentro de un mes aproximadamente partiremos hacia Polonia y, desde ahí, nos acercaremos a las líneas rusas. Sigo rezando todos los días para que Él nos de fuerzas cuando llegue el momento en que nos fallen las piernas. Para que nos de precisión cuando, exhaustos, nos cueste mantener el arma erguida a la hora de disparar. Intentaré escribirte en Suwalki, en Polonia. Dale un abrazo a nuestro hijo. Te quiero. Miguel.

 
Suwalki, 2 de septiembre de 1941.
Querida Samira:
Cada vez se acerca más el día en que nos incorporaremos a esta guerra. Los soldados están ansiosos por empezar con las acciones bélicas. Yo les comprendo. No hay nada peor que esta larga espera, ya que no dejas de plantearte si has hecho bien abandonando tu país, tu familia… Aunque es cierto que todas las guerras dejan cicatrices puedo asegurarte de corazón que para todo soldado voluntario son tiempos felices. Pienso mucho en ti y en nuestro hijo. Mañana emprendemos la marcha al frente. Son aproximadamente unos mil kilómetros a pie. El buen calzado es fundamental. Deséame suerte, más de la que le pido cada noche a Dios. No podré escribir tanto a partir de ahora. Realmente, no sé si volveré a escribir. ¿Podré? Sólo el destino lo sabe. Te quiero. Miguel.

 
Campamento en las cercanías de Leningrado, 1 de agosto de 1942.
          Querida Samira:
Dios y una pequeña tregua en el frente de batalla me han dado la posibilidad de escribirte estas palabras. ¡Estoy vivo! Cuando entré por primera vez en combate en el frente del río Wolchow (hace nueve o diez meses) pensé que jamás podría volver a escribirte. Cuando entramos en el corazón de la batalla todos sentimos la presencia de la muerte, que nos acecha a cada paso que damos igual que un buitre lo haría sobre una presa moribunda. Esta guerra no es como la Guerra Civil que sufrimos en España; es una guerra distinta. Mucho más dura y cruenta. Cada metro ganado es una pequeña victoria. Cada trinchera enemiga conquistada es una gloriosa gesta. Estamos muy cerca de Leningrado y tarde o temprano lanzaremos el asalto definitivo. Otro enemigo que nos complica las misiones son los piojos. Hubo una plaga entre los soldados que nos ha complicado el poco descanso del que gozamos. Estos bichos de mala muerte perturban nuestro sueño y nuestro avance. ¿Cómo está Jorge? Seguro que está enorme. Tengo ganas de verle. A ti también. Ahora debo despedirme. ¿Hasta cuándo? Espero que sea pronto. Miguel.

 
Krassnyj Bor, 12 de febrero de 1943.
Querida Samira:
Me mantengo firme. He sobrevivido, milagrosamente, a una brutal ofensiva del ejército ruso. Un gran número de infantería y artillería, acompañados de tanques, atacaron nuestro sector de Krassnyj Bor. La División Azul ha tenido muchas bajas. El recuento se ha cifrado en 2252 soldados, casi el 55% de los españoles que defendían esta zona. Pensé que iba a morir, pero parece que la suerte está de mi lado. Sin embargo, dos de mis mejores amigos han desaparecido en la batalla. Probablemente sus cuerpos mutilados yacen en las cenizas. Por eso trato de no entablar ninguna amistad. ¿Para qué? Hoy es tu amigo; mañana está muerto. Otro problema es el fuerte invierno. Una vez, el termómetro marcó 52 grados bajo cero. Muchos murieron congelados. No puedes entenderlo hasta que no lo vives. No sientes los dedos de los pies, ni los de las manos. Pasamos sed porque el agua se congela. Gran parte de nuestro armamento queda inutilizable a causa de este frío infernal. Lo peor, es que cuando el invierno acabe, llegará la primavera y el deshielo, formando la conocida “rasputika”. La rasputiska es el barro que se crea por el deshielo, que imposibilitará nuestro avance. Sigo rezando para volver a casa. Escribiré en cuanto tenga otra oportunidad. ¿La tendré realmente? Te quiero. Miguel.

 
Barcelona, 3 de abril de 1954.
Querida Samira:
No sé cómo empezar. No sé si sigues viviendo en la misma casa. No sé si llegarás a leer esta carta. Mañana mismo viajaré en tren hasta Sevilla con la esperanza de encontrarte en el mismo lugar donde te dejé a ti y a nuestro hijo Jorge. ¡Jorge! ¡Qué grande estará ya! Hace dos días, el 2 de abril, llegué a Barcelona en un barco llamado “Semiramis” con otros muchos supervivientes. No he podido comunicarme contigo antes. Fui hecho prisionero y trasladado a un Gulag ruso. Durante once años he recibido palizas y humillaciones. He pasado hambre y sed. Aunque sigo vivo, estoy demacrado. Pero, ¿Qué vida es ésta que yo he elegido? ¿Podrás perdonarme? Espero encontrarte. Te quiero. Miguel.

 

viernes, 12 de octubre de 2012

Ojos Astrales.

Este poema de José P. H. Hernández es, sin duda, precioso. Muy bello y llamativo... Para ti, por tus bellos ojos, capaces de remover lo más profundo de mi ser...

OJOS ASTRALES.
 
Si Dios, un día
cegara toda fuente de luz,
el universo se alumbraría
con esos ojos que tienes tú.
Pero si –lleno de agrios enojos
por tal blasfemia- tus lindos ojos
Dios te arrancase,
para que el mundo con la alborada
de tus pupilas no se alumbrase,
aunque quisiera, Dios no podría
tender la noche sobre la nada,
¡porque aún el mundo se alumbraría
con el recuerdo de tu mirada!
 
                                                                            JOSÉ P. H. HERNÁNDEZ.
 


lunes, 8 de octubre de 2012

El Caso de Ronald Keith Williamson.

A finales de 1982, una camarera, Debbie Sue Carter, de 21 años, fue encontrada violada y asesinada en su apartamento en Ada. El caso permaneció abierto hasta 1987, cuando una mujer que había sido arrestada por pasar cheques sin fondos le dijo a la policía que ella había oído a otro preso discutiendo sobre el asesinato. El hombre, dijo, fue Ronald Keith Williamson. Inmediatamente, sin saber que esa mujer odiaba a R.K.Williamson por una serie de discusiones en el pasado, el señor Williamson fue acusado del asesinato. Las evidencias que esgrimieron las autoridades se componían de 17 pelos que hacían juego con los del señor Williamson, además de la confesión proporcionada por la mujer que dijo que le había oído confesando el asesinato a otro preso de la cárcel. Ronald Keith Williamson, que no había recibido sus medicamentos psiquiátricos deliberadamente por parte de los carceleros para que su actitud fuera violenta y contradictoria en los Tribunales, fue declarado culpable y condenado a la pena de muerte.
No contentos con eso, los carceleros se burlaban de él a través de un intercomunicador que había en su celda durante los siguientes doce años. Imitaban una voz de mujer y decían frases como: “Ronald, soy Debbie, ¿Por qué me mataste?”. Este hecho contribuía en la locura que iba apoderándose de la mente del sujeto. Cuando todas las apelaciones estatales se habían agotado, se le dijo que sería ejecutado en septiembre, por lo que R.K.Williamson acordó rellenar un formulario para que su cuerpo fuera devuelto a su hermana y así poder recibir, al menos, un entierro digno.
Sin embargo, un equipo de abogados de apelación buscó un recurso de habeas corpus del juez Frank H. con el argumento de que el señor  Williamson no había sido apto para ser juzgado y que su abogado no había impugnado efectivamente las evidencias de los 17 pelos encontrados y que el Estado no se había preocupado en interrogar otras personas que presentaban un claro potencial de ser, al menos, considerados sospechosos (como era el caso de un hombre llamado Glen Gore). El juez Frank H. concedió una suspensión cinco días antes de la fecha en que debía ser ajusticiado.
Los abogados del Proyecto Inocencia organizaron pruebas de ADN para Williamson. Lograron demostrar no sólo que el ADN del condenado no coincidía con el semen hallado en el cuerpo de la camarera (semen que nunca llegó a ser analizado), sino que los 17 pelos tampoco pertenecían al condenado (cuando ésta fue la argumentación más poderosa que utilizó el fiscal del distrito). Finalmente, se demostró que se habían utilizado pruebas falsificadas contra R.K.Williamson y que el ADN encontrado en Debbie pertenecía a Glen D. Gore, un hombre que incluso había testificado en contra de R.K.Williamson. Posteriormente, fue juzgado y declarado culpable del asesinato y condenado a, como no, pena de muerte.
                                                                                         *New York Times*
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La pena de muerte o pena capital es la vulneración y el ataque más extremo y denigrante de los derechos humanos. Además, se trata de un asesinato que ha sido estudiado y organizado por el Estado amparándose en ser el adalid de la justicia. La pena capital atenta directamente contra el derecho a la vida (derecho que, por cierto, se proclama en la Declaración Universal de los Derechos Humanos); además de tratarse de una medida obsoleta y desfasada, a la par que cruel, denigrante e inhumana. Primero fue la lapidación, posteriormente la hoguera, luego la horca y  la decapitación; más tarde el fusilamiento o la cámara de gas, la electrocución y, por último, la inyección letal. Una inyección letal que es defendida por diversos juristas, basando su argumentación en que el condenado no sufre en ningún momento. En definitiva, es la forma lo que ha cambiado, pero no el fondo; ya que el ser humano muere a manos del Estado.
Además, parece que el legislador no tiene en cuenta el sufrimiento y la “tortura” psíquica que puede suponerle a una persona el hecho de conocer de antemano la fecha de su muerte. Realmente, no sólo al condenado, sino también a una familia que ama a esa persona. La pena de muerte es un cáncer en la sociedad actual que debe extirparse lo antes posible, ya que, en muchas ocasiones, es utilizada de forma arbitraria y discriminatoria. De hecho, la pena capital es usada en varios países como método más efectivo para silenciar e intimidar a la oposición política. Sin embargo, en otros países más civilizados, el riesgo no es la arbitrariedad, sino la existencia de los errores en los procesos judiciales, la conducta inapropiada del Ministerio Fiscal e incluso la inadecuación de la asistencia letrada. Tal y como expresa la página web de Amnistía Internacional, “mientras la justicia humana siga siendo imperfecta, el riesgo de ejecutar a una persona inocente no desaparecerá nunca”.
Para todos aquellos a los que les interese este triste problema que ocurre en diversos países, recomiendo la visita de los siguienes links:
Si te ha interesado el concreto caso de Ronald Keith Williamson, recomiendo la lectura (a pesar de la gran cantidad de tecnicismos que tiene), del libro "El Proyecto Williamson", de John Grisham.


miércoles, 3 de octubre de 2012

Baúl de los Recuerdos.


Parece que fue ayer cuando escribí mi primer texto (hace ya nueve ¿largos? años). Lo he encontrado en una carpeta que creía perdida y lo cierto es que resulta extraño poder leerse a sí mismo y comparar la evolución que han seguido tus letras a lo largo de los años. Sin más demora, lo comparto con ustedes.
 
AZOTEA.
 
Cada rayo que golpea es un hilo lumínico de esperanza,
pero quema, arde, abrasa...
El cielo descubierto de nubes muestra el ojo de Dios,
brillando, dando vida, esperanza...Sí, de nuevo esperanza.
 
 Calor que reconforta, dulce sol, poderosa luz.
Evasión pura...desconectas del mundo,
aparcas las preocupaciones.
El sol ha ganado; posee, roza y saborea tu cuerpo.
 
 Nube que curiosea interponiéndose entre ambos.
Hace frío...viento suave desparrama el cabello,
mucho frío, hielo, escarcha en la piel. Desaparece el sol.
 
 Abres los ojos, bello paisaje, vista nublada.
La retina se acostumbra apreciando la penumbra.
Azul, azul, azul, observas el mar. Quizás el mar te observa a ti.
Piensas, sientes, padeces, sueñas...el mar es melancolía.
Suave brisa acaricia la piel, salitre en los párpados.
Cierras los ojos, nadas en pensamientos,
...no sabes nadar, te ahogas...vuelves a despertar.

 
 Ves la luna...cielo estrellado, bella doncella.
Luna, sol de las tinieblas...
Alivias la oscuridad, iluminas la noche.
Aliada del sol, ¿Te sientes menospreciada?
Pues todos duermen cuando irrumpes en el cielo,
te dan la espalda...Yo seré tu amante.
¡Espera! No te vayas...
Ya es tarde...amanece...
Sol Naciente.
 

 

lunes, 1 de octubre de 2012

¿Por qué, Aquarius?


¿Por qué siempre nos preguntamos por qué? ¿Por qué complicamos las cosas que son fáciles? ¿Por qué vamos en contra de nuestros sentimientos? ¿Por qué no existe la bondad? ¿Por qué reina la maldad? ¿Por qué siempre mostramos disconformidad? ¿Por qué no nos aceptamos como somos? ¿Por qué deseamos la desgracia ajena? ¿Por qué nos carcome la envidia? ¿Por qué no aceptamos a los demás? ¿Por qué no respetamos los ideales de los demás? ¿Por qué nos burlamos? ¿Por qué criticamos por la espalda? ¿Por qué no vamos de frente? ¿Por qué somos falsos? ¿Por qué traicionamos a los amigos? ¿Por qué traicionamos a nuestra pareja? ¿Por qué mentimos? ¿Por qué engañamos? ¿Por qué amenazamos? ¿Por qué somos egoístas? ¿Por qué robamos? ¿Por qué somos interesados? ¿Por qué no estamos cuando los amigos nos necesitan? ¿Por qué necesitamos una razón para ayudar? ¿Por qué siempre elegimos el camino más fácil? ¿Por qué bebemos hasta no saber quién somos? ¿Por qué fumamos porros? ¿Por qué nos metemos éxtasis? ¿Por qué nos tiramos una raya de coca? ¿Por qué tomamos cristal? ¿Por qué nos vence la codicia? ¿Por qué nos vence el dinero? ¿Por qué nos dejamos influenciar? ¿Por qué olvidamos nuestra niñez? ¿Por qué decimos “te amo” cuando en realidad no amamos? ¿Por qué extorsionamos? ¿Por qué violamos? ¿Por qué asesinamos? ¿Por qué acosamos? ¿Por qué peleamos? ¿Por qué acuchillamos? ¿Por qué creamos la guerra? ¿Por qué hay más guerras que paz en los libros de historia? ¿Por qué tenemos que hablar de Hiroshima? ¿Por qué tenemos que hablar de Nagasaki? ¿Por qué se inventó la guillotina? ¿Por qué se inventó la cámara de gas? ¿Por qué se inventaron los campos de concentración? ¿Por qué los colonos exterminaron a los indígenas? ¿Por qué hay armas de destrucción masiva? ¿Por qué se inició la caza de brujas? ¿Por qué se inventó el garrote vil? ¿Por qué se inició la matanza de negros? ¿Por qué existe el racismo? ¿Por qué existen los prejuicios? ¿Por qué no somos sinceros? ¿Por qué somos prepotentes? ¿Por qué somos orgullosos? ¿Por qué tiramos el agua cuando hay gente que muere de sed? ¿Por qué tiramos la comida cuando hay gente que muere de hambre? ¿Por qué siempre hablamos pero nunca actuamos? ¿Por qué queremos lo que no tenemos? ¿Por qué no valoramos lo que tenemos? ¿Por qué manipulamos? ¿Por qué nos aprovechamos de la inocencia? ¿Por qué no ayudamos a los más necesitados? ¿Por qué no valoramos los pequeños detalles de la vida? ¿Por qué vivimos en un mundo tan injusto? ¿Por qué…? ¿Por qué…? ¿Por qué…? ¿Por qué no hay una respuesta para todas estas preguntas?
 
"El ser humano...es extraordinario" *Aquarius*